27.12.06

LA DECISIÓN

La siguiente es la historia de un peregrino perdido en el desierto, que muriéndose de sed divisó a lo lejos una vieja choza destartalada, curtida por la intemperie, que producía una pequeña sombra del calor en el horizonte.

Al acercarse, descubrió con la mirada una vieja y oxidada bomba de agua, por lo que se precipitó, tomó la manija, la accionó una y otra vez, pero no salía nada.

Desilusionado notó que a un lado había una vasija. Le quitó la tierra y el polvo y leyó un mensaje que decía:

"Amigo, tienes que llenar la bomba con toda el agua de esta vasija".
P.D.: Cerciórate de llenarla nuevamente antes de irte.


Quitó el corcho y observó: ¡¡¡La vasija estaba casi llena de agua!!! Pero tenía que tomar una decisión... si bebía el agua viviría (un pensamiento excelente), pues su objetivo era calmar la sed, pero si la echaba toda en la vieja bomba, quizás obtuviera agua fresca y en abundancia.

¿Qué hacer? El peregrino echó de mala gana el agua en la bomba, tomo la manija, empezó a moverla pero con el rechinar del metal no salía nada. Siguió accionando la manija una y otra vez ... comenzó a gotear... mugre, luego goteó agua sucia, luego un pequeño hilo y finalmente un chorro de agua limpia. Llenó la vasija y bebió y volvió a llenarla y a beber. Luego llenó la vasija para el próximo peregrino, puso el tapón y agregó esta nota:

"Créeme que funciona. Debes darlo todo, antes de obtener algo a cambio".

... para terminar yo agregaría esta pregunta:

¿Estamos dispuestos a darlo todo, aún cuando pareciera que dependemos de lo poco que nos queda, como le ocurrió al peregrino?... insisto lo darías todo?... TODO?
En mi familia... En mi trabajo... Con mi amigos... En mi ministerio...

¿¿¿No será más bien que pensamos carecer de fuerza, cuando en realidad carecemos de disposición???
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Desconozco su autor. Que Dios bendiga nuestras vidas.
Feliz año 2007!!!! Alan Enrique Rodríguez Oliveros

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